
En un artículo anterior, os hablamos de expresiones con animales. En esta ocasión, vamos a hablar de esas que tenemos relacionadas con diferentes nacionalidades.
¿Sabes qué quiere decir un español si dice que alguien se ha hecho el sueco al saludar? ¿Y cómo es algo si nos suena a chino? ¿Sabes cómo se despide uno a la francesa? ¿Y qué ocurre cuando uno se pilla una turca? ¿Y qué es una fila india o una cabeza de turco? En español, como en otras lenguas, hay algunas expresiones que se refieren a otras nacionalidades, religiones o razas. En ocasiones estas encierran algunos prejuicios negativos: si algo es una merienda de negros, es confuso y desordenado, si decimos que alguien es un judío, queremos decir que es muy interesado, si trabaja como un negro, lo hace mucho, y si es un moro, es machista.
Los chinos ocupan varias de las expresiones españolas más usadas coloquialmente. Si decimos que algo lo saben hasta los chinos, quiere decir que es un dato que la mayoría de gente conoce, y la expresión ¡Naranjas de la china! la utilizamos cuando no nos creemos algo, por la antigua idea de que las naranjas no podían venir de un país tan lejano como China en buen estado. Un cuento chino, siguiendo esta misma idea, es una mentira disimulada y disfrazada de alguna manera. La expresión proviene de las historias que contaban de China los viajeros occidentales como Marco Polo. Estas frecuentemente eran vistas como poco creíbles, y de ahí surgió la expresión. Finalmente, en español usamos la expresión sonar a chino si no entendemos nada de algo que estamos leyendo o que nos están contando, por la diferencia tan grande que hay entre nuestra lengua y la suya.
En alusión a nuestros vecinos, si decimos en español que alguien se despidió a la francesa queremos decir que no lo hizo. Su origen viene de un costumbre francesa del siglo XVIII que después pasó de moda entre la burguesía. Curiosamente, en Francia utilizan la expresión “marcharse a la inglesa” para describir esta práctica.
A pesar de que algunos indican lo contrario, el origen de la expresión hacerse el sueco parece que no se refiere a los nacidos en Suecia. En español se utiliza para referirse a alguien que finge estar despistado o que no se da por aludido y su origen está en la palabra latina soccus, un tipo de zapatos que utilizaban los actores de teatro. De esta misma palabra provienen también las palabras actuales zueco y zoquete. Esta última es un adjetivo que se utiliza para personas torpes, por lo que hacerse el sueco equivale a actuar con torpeza fingida.
Por último, si alguien se coge una turca, se emborracha. El origen, aunque no está claro, parece que se refiere la antigua costumbre de añadir agua al vino para tenerlo más tiempo. Cuando se hacía esto, se decía que “bautizaban el vino”, como a los niños cristianos. Turquía era mayoritariamente de religión islámica y no cristiana, de modo que al vino sin aguar se le llamó turco. El vino turco, entonces, embriagaba más que el aguado o bautizado.
El español, como otras lenguas, tiene muchas expresiones que encierran historias curiosas o prejuicios comunes que en ocasiones no favorecen nada a la gente de otros países y culturas, pero que son tan comunes que es muy difícil hacer que desaparezcan. En parte, estas nos ayudan a entender mejor la cultura e ideas de la sociedad española. ¿Y tú? ¿Tienes algunas expresiones similares en tu idioma relacionadas con distintas nacionalidades y culturas?
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