Esta semana comenzamos con la historia del complemento fundamental, junto con los zapatos, del vestuario femenino, pero no sólo femenino pues poco a poco el hombre ha ido incorporando este objeto a su forma de vestir.
Sabemos que muchos de vosotros no podréis ir al Bayerisches Nationalmuseum de Múnich, donde se expone una colección de 300 bolsos que recorre cinco siglos de vida de este accesorio, del siglo XVI al XXI. Una exhibición que, además de centrarse en la moda, refleja a través de ella los distintos cambios sociales de cada época. La fecha, por si estáis visitando la ciudad alemana es del 11 de abril al 25 de agosto.
Si os queda un poco lejos la visita al museo os ofrecemos un breve recorrido por la historia del bolso, en dos capítulos.
El bolso ha pasado de ser un elemento para guardar las llaves o el monedero a convertirse en sinónimo de glamour y estatus. Este popular complemento ya no es sólo práctico y funcional, sino que además es sexy. Así se ha puesto de manifiesto durante la última década, cuando ha vivido su gran transformación. Y es que muchas mujeres suspiran por bolsos de grandes diseñadores como Louis Vuitton pero no siempre fue así.
Empecemos por las primeras pruebas. Las primeras imágenes de bolsos se dan en Egipto, donde se han encontrado jeroglíficos que muestran figuras masculinas con algo parecido a una bolsa en la cintura. Era una forma cómoda de transportar semillas para la agricultura, o los cazadores para llevar a los animales muertos.
Pero no os vamos a contar toda la historia del bolso, así que saltaremos hasta el siglo XIV donde se hicieron populares unas pequeñas bolsitas de cuero que se cerraban mediante un cordón, el cual luego se ajustaba a la cintura.La cantidad de adornos en la bolsa determinaba el estatus social de quien la llevaba.
En el siglo XVI aparece la moda Isabelina, por lo que las bolsas que antes eran llevadas a la vista en la cintura, ahora se llevaban escondidas debajo de las enormes faldas. Se piensa que es la primera aparición de lo que hoy llamamos bolsillos.
Ya en el siglo XVIII los bolsos comienzan a ser como son hoy en día. Es en este momento cuando las damas ya no podían olvidar en casa sus cosas más necesarias, como el rouge, botellitas de perfume o abanicos. También representaba el estatus social. Cuanto más elaborado el diseño, mayor la posición social de la mujer que lo llevaba.
Llegamos al siglo XIX con grandes cambios. La aparición del tren causó una revolución en el transporte y con ello. Las primeras bolsas de equipaje estaban confeccionadas eran espaciosas, el diseño no era elegante ni cómodo de llevar. En 1854, el francés Louis Vuitton creó un baúl con fuertes perfiles de hierro y confeccionado en género a prueba de agua. A partir de ese momento, Vuitton se transformó en el dueño del equipaje elegante.
En esta época las mujeres tenían más independencia y movilidad. Los diseñadores como Gucci, Prada y el mismo Louis Vuitton tomaron el diseño del bolso de equipaje y lo hicieron más pequeño, a menor escala, para terminar haciendo un bolso mano ideal para los paseos a las tiendas.
Hasta aquí esta semana, el próximo lunes la segunda entrega con el siglo XX y XXI
[toggle title=»Colección que se puede ver en alemania»]http://www.elmundo.es/albumes/2013/04/11/bolsos/index.html[/toggle]