EL CAMINO DE SANTIAGO
Según la leyenda, el Santo Apóstol Santiago vino a Galicia desde Palestina para impeler a los hombres a creer en Jesús. Desde el descubrimiento de sus restos mortales en el siglo IX viene gente para redimir sus pecados y pedirle ayuda. El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad e Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y es el tercer lugar de peregrinación cristiana, por detrás de Jerusalén y Roma. Existen muchas rutas desde diferentes puntos de España y Europa, pero la más conocida es El Camino Francés (760 Km.).
El Camino se puede realizar a pie, a caballo o en bicicleta. En el viaje podemos alojarnos en albergues públicos cuyo precio ronda los 3 euros, pero para ello es necesario presentar una credencial de peregrino. La credencial es como un folleto que se debe sellar en iglesias, albergues o bares,
mínimo dos veces al día. Al final del Camino el peregrino puede obtener la Compostelana, que viene siendo el certificado expedido por la Iglesia, pero si hay algún error en los sellos, si se ha recorrido menos de 100 Km o si el peregrino no declara su propósito religioso del viaje, es probable que se la deniegue.
La belleza de los paisajes, la hospitalidad de la gente, el encuentro con otras culturas y la triunfal llegada a la Catedral donde Santiago Apóstol espera, hacen del Camino una experiencia única e inolvidable.
LUGARES DE INTERÉS
Un pequeño pueblo pesquero, una iglesia románica en medio de la nada, una playa virgen, un castro, caballos salvajes corriendo por el monte, delfines saltando a escasos metros de la orilla, islas, marismas, cataratas, bosques que parecen encantados, cruces a lo alto de acantilados en memoria de los marineros fallecidos…
Galicia es una tierra para perderse y por eso recomendamos ir o alquilar un coche y recorrerla, sin ninguna dirección concreta, porque seguro que algo bello descubrirás. Lo mejor es moverse por la costa, que es donde mayores atracciones nos podemos encontrar pero el interior, con sus frondosos bosques llenos de magia, no nos va a dejar indiferentes.
Si buscamos buenas vistas, vayámonos al Cabo Finisterre (Fin de la Tierra) o al Cabo Ortegal, dos de los acantilados más altos de Europa. Si lo que deseamos son playas, no tendremos problemas ya que Galicia tiene 772. A Lanzada (O Grove) de arena fina y agua turquesa y As Catedráis, de mareas largas y rocas con formas imposibles, son de las más bonitas. Que nos apetece refugiarnos en una isla pues en las Cíes, parque natural desde 1980, encontraremos un auténtico paraíso.
Después de tanta naturaleza, un poquito de civilización. Las ciudades gallegas tienen también mucho que ofrecer. La estudiantil, religiosa, antigua y acogedora Santiago. La señorial, comercial y bulliciosa A Coruña. Vigo, la más grande, industrial, dinámica y alternativa. Lugo, rodeada por su muralla romana… Si buscamos algo intermedio, entre naturaleza y ciudad, en la costa encontraremos pueblos como Muros (de calles estrechas, casas de piedra en un océano que descansa), Combarro (laberíntico, con docenas de hórreos de piedra pegados al mar), Malpica (construida sobre un istmo y cuyas casas cuelgan de los acantilados donde el océano pega con fuerza)…
Ven y disfrútala. Galicia no te decepcionará.