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Este verano viajé a Perú en una misión médica con la escuela de medicina de la Universidad Estatal de Michigan (MSU). Yo era parte de un grupo grande de 14 médicos, 20 estudiantes de medicina del segundo año, y varios estudiantes de medicina del cuarto año.

Empezamos a prepararnos para el viaje en enero. Fue obligación de los estudiantes de medicina organizar todo, incluyendo recaudar el dinero para las medicinas que usaríamos en Perú. Tuvimos reuniones casi cada semana, planeando cómo íbamos a alcanzar nuestros objetivos, y organizando todo que íbamos a hacer durante la misión. Ya que somos estudiantes de medicina, mantenernos al día con los estudios y además planear todo el viaje no fue fácil. Pero tuvimos un grupo de estudiantes increíble, y lo hicimos con mucho éxito. En total, recaudamos $150,000 para medicinas y suministros médicos.

(c) Foto: Rachel Perry
(c) Foto: Rachel Perry

Durante las dos semanas de la misión, visitamos unos hospitales en Lima, trabajamos en una clínica (un edificio abandonado) en Iquitos, y fuimos en bote dentro del Amazonas tratando a los pacientes de los pueblos del Amazonas.

En Lima aprendimos mucho de la situación de la salud en Perú, y notamos que no hay mucha asistencia médica para la gente pobre: si alguien no puede pagar, no recibe tratamiento, aunque sea una emergencia. Yo visité a un hospital para niños y conocí a muchos niños con VIH. Estaban muy felices, abrazándome y bailando en sus cuartos. Fue difícil ver eso porque era un hospital para pobres, y estos niños no van a poder pagar su medicina por el resto de su vida. Y sin la medicina, se van a morir.

(c) Foto: Rachel Perry
(c) Foto: Rachel Perry

Estuvimos en Iquitos cuatro días. Iquitos es una ciudad muy pobre al norte de Perú, al lado del río Amazonas. El primer día que abrimos la clínica, había una fila alrededor del edificio. Mucha gente pasó la noche al lado de la clínica. Teníamos varias especialidades: emergencias, medicina general, pediatría, otorrinolaringología, obstetricia y ginecología, dermatología, y la farmacia donde guardamos toda la medicina que trajimos.

Después de Iquitos, fuimos en bote en el río Amazonas por 3 días. Fue increíble ver todos los pueblos y cómo viven en un lugar tan rural. Había mucha gente con parásitos y también problemas dermatológicos, pero sobre todo notamos que la gente del Amazonas es más saludable que la gente de la ciudad de Iquitos. Imagino que tiene que ver con el acceso a la comida ya que en el Amazonas cultivan lo que comen pero en Iquitos necesitan dinero para comer.

(c) Foto: Rachel Perry
(c) Foto: Rachel Perry

Sobre todo, fue una experiencia increíble, y un viaje de extremos. Vi lo más bonito del país: Machu Picchu, el lago Titicaca, y la exquisita selva del Amazonas. Pero también vi lo más triste: niños desnutridos, mujeres embarazadas que no tienen ni comida ni vitaminas, y una mujer que viajó durante cinco días a nuestra clínica para obtener una bolsa pequeña de vitaminas para su hijo.

Sé que aprendí mucho y que mi carrera se benefició de los 1,900 pacientes que tratamos. Solamente puedo esperar que los pacientes también sientan que mejoramos su salud, y por eso, su calidad de vida.

(c) Foto: Rachel Perry
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2 Comentarios

  1. Enhorabuena por este maravilloso trabajo, seguro que a todos que recibieron estos cuidados jamás se les olvidará. Que este sea un ejemplo para muchos ??☺

  2. Muchas felicitaciones por esa experiencia tan gratificante. Que Dios les permita seguir siendo de bendición para las comunidades más pobres.

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