
Capítulo 4: ¿Quién es Diego Byk?
Me levanté con una resaca brutal y con una sensación de vacío similar a cuando pierdes a un ser querido. Me duché en agua fría y me hice un café bien cargado. Encendí un pitillo pero fumé solo dos caladas. Tenía ganas de vomitar. Volví a la cama y me tumbé boca arriba. Me venían muchas cosas a la cabeza: mi familia, el océano, los verdes ojos de Kasia, la fiesta de anoche, Diego Byk, Diego Byk, Diego Byk… Me levanté de la cama de un salto, fui al ordenador y escribí Diego Byk en el buscador de Google. Salieron 220.000 resultados:
UKPW Legia Warszawa campeón de la liga polaca de Waterpolo: Diego Byk fue la estrella del partido con 6 goles …
Abrí el enlace y vi la foto del equipo de Waterpolo celebrando el campeonato en una piscina. Reconocí a Diego Byk con el trofeo en la mano y con cara de euforia.
Artur Nowak (28 años) gana el campeonato nacional de Karate ante un joven y combativo Diego Byk (18 años) …
Pensé que no podía ser el mismo Diego Byk, quizás había otro en Polonia así que pinché una de las fotos y vi a Diego en el podio con un traje de Karate blanco, el cinturón negro y la medalla de plata colgada del cuello.
No me lo podía creer. Pensé que seguía borracho o que estaba soñando. No podía ser cierto. Continué con el siguiente enlace.
Diego Byk gana el primer premio de literatura infantil de Varsovia con su cuento: “En busca del padre desaparecido en el mar”.
En la noticia había una foto de Diego en un salón de actos. Tendría doce o trece años. Tenía el pelo largo y llevaba un traje gris, camisa blanca y corbata negra. El cuento de Diego trataba de un padre que cruza el océano en barco en búsqueda de su hijo pero este barco se hunde y entonces es el hijo el que busca a su padre en las profundidades del océano.
Había muchas más noticias sobre mi estudiante. Participó en obras de teatro, escribió cuentos en polaco y en inglés, corrió maratones, ganó campeonatos escolares de fútbol, de baloncesto, de ping pong, de ajedrez, de natación … Mi asombro era tal que volví a leer los artículos y a ver las fotos para asegurarme de que no me estaba volviendo loco y que todo esto no era fruto de mi imaginación ni de los efectos del alcohol.
Empecé a obsesionarme con Diego Byk. No me lo podía quitar de la cabeza.
Había pasado un mes y no tenía noticias de él. Dijo que me llamaría para contarme lo de su viaje a España pero aún no lo había hecho. Quizás ya estaba en España o se lo había pensado mejor y decidió pasar de mí. Desgraciadamente no tenía ni su teléfono ni su mail para contactar con él. De repente sonó la señal de un mensaje en mi móvil. No conocía ese número: 6944787779.
– Hola Santiago, ¿qué tal? Espero que bien. Perdón por no llamarte este tiempo pero he estado muy ocupado. Te escribo para proponerte quedar mañana. ¿Qué te parece si quedamos a las 19:00 en el bar Alhambra (calle Jerozolimskie 32)? Saludos. D. Byk.