
Confieso que hasta que no me senté a preparar este artículo, sólo conocía esa frase de haber escuchado a mi madre decirla. Para recordarme que debo respetarla y quererla. Si me quejaba o protestaba por algo, ella podía decirme: Recuerda, madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle. La verdad es que suena muy… no sé, muy «anti-novias» o algo parecido. Pero para celebrar un día como hoy la verdad es que me parece muy apropiada.
El Día de la Madre
Y es que hoy, un día sin fecha pero que siempre será primer domingo del mes de mayo, es el día de la madre en España (y Hungría, Lituania, Portugal, Sudáfrica y Rumanía). Un día especial y un día en el que podemos olvidar nuestros problemas de cada día y pararnos a escuchar a esa persona que nos ha traído al mundo.
Pero además de la parte sentimental, quiero aprovechar este día para hablar de madres. Y es que hay muchas madres de las que hablar.
Madres que dan que hablar
Madres de la Plaza de Mayo

Por ejemplo, las Madres de Plaza de Mayo. Esta asociación, que cumple 36 años de lucha, se formó durante el último gobierno militar de la República Argentina (1977), el 30 de abril, con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos. Después, también para investigar quiénes fueron los responsables de los crímenes de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento. Mas actualmente y hasta hoy tratan de continuar lo que ellas entienden como la lucha que intentaron llevar a cabo sus hijos, mediante la misma asociación, con su propia radio, universidad (UPMPM), café literario, plan de vivienda social, guardería infantil y programa de televisión.
Madre Teresa de Calcuta

Otra madre, también luchadora y que también ha cambiado el mundo es la Madre Teresa de Calcuta. Creo que todos la conocemos pero no está de más repasar un poco su vida: una monja católica de origen albanés, naturalizada india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950. Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, primero en la India y más tarde en otros países del mundo. Recibió, entre otros muchos premios, el Premio Nobel de la Paz en 1979 y cuando murió, en 1997, fue beatificada por el papa Juan Pablo II, otorgándole el título de beata Teresa de Calcuta. Una madre que no tuvo hijos, pero que fue una Madre para todo el mundo.
La madre, principio de todo
Cuando un español aprende a escribir y leer, lo primero es aprender como suenan las combinaciones de consonante y vocal. La eme con la a, ma. Y creo que todos, independientemente de nuestra edad, recordamos esas frases que repetimos en la escuela: Mi mamá me mima. Mi mamá me ama. Gramática y lección de vida, todo en uno.
Y, sí, seguro que en tu idioma la palabra para madre es mamá o algo muy similar, al fin y al cabo son los primeros sonidos que podemos articular, ya, ya lo sé. Pero no por eso deja de ser bonita la idea de que nuestra primera palabra sea «mamá».
Madres de otro tipo
Vale, ya; vuelvo a tema de las madres. Y ahora con un cambio de tono bastante importante. Un grupo español, muy especial: Mamá Ladilla. Este grupo nació en 1994 con un estilo que ellos mismos definen como una mezcla de La Polla, Ilegales, Siniestro total, Eskorbuto, Dead Kennedys, Toy dolls y Metallica. Pero con un estilo muy personal y característico cuya marca de la casa era el humor. Un ejemplo: tienen una canción titulada «Chanquete ha muerto» donde se parodia una de las series más importantes de la televisión española de la década anterior, Verano Azul. Otro ejemplo de su originalidad: En el vergel del Edén. Una canción con una letra compuesta por palabras que contiene sólo la vocal e.
Uno más para terminar: los títulos de sus canciones que son juegos de palabras «Caperucita a ciegas», «Risión Cumplida», «Jamón Beibe» o «Naces, creces, te jodes y mueres», en fin, os dejo con una de sus canciones:
Hay más, seguro, que puedo incluir pero creo que por hoy voy a ir terminando. Madres, ellas son nuestro origen, nuestro pasado y nuestro futuro. Y no es algo que diga yo.
La mano que mece la cuna rige el mundo.
Peter de Vries (1910-1993) Editor y novelista estadounidense.
Y esto es todo por hoy.
Mamá, feliz día de la madre.
Te quiero.
¡Ah! Por supuesto, no me puedo ir y olvidarme de esto: la canción que da título a este artículo.
¿Te acuerdas de aquella copla
que escuchamos aquel día
sin saber quién la cantaba,
ni de que rincón salía?
¿Qué encanto verdad?
Qué duende, que sentimiento
pero qué estilo, qué voz
creo que se nos saltaron las
lágrimas a los dos.
Todito te lo consiento,
menos faltarle a mi madre.
Una madre no se encuentra
y a ti te encontré en la calle.
No, no vayas a figurarte
que estaba con intención.
Tú sabes que por ti
tengo grabado en el corazón
el querer más puro y firme
que ningún hombre sintiera
por la que Dios, uno y trino
le entregó por compañera,
pero es bonita la copla
y entra bien por soleares.
Todito te lo consiento
menos faltarle a mi madre.
Y me enteré casualmente
que le faltaste ayer.
No, no, a mí nadie me lo ha contado, nadie.
Pero yo lo sé
que tengo entre dos amores
mi cariño repartido
si encuentro al uno llorando
es que el otro lo ha ofendido
y mira,
nunca me quejo de tus caprichos constantes:
¿quieres un vestido? 14.
¿Quieres un reloj? Con brillantes.
Ni me importa que la gente
vaya de mí murmurando
que si soy pa’ tí un muñeco,
que si me has quitado el mando,
que en la diestra y la siniestra
tienes un par de agujeros
por donde se va a los mares
el río de mi dinero,
que yo,
con tal de que de mi lado
nunca te separes,
mira, todito te lo consiento
menos faltarle a mi madre.
Porque ese mimbre de luto
que no levanta la voz,
que en seis años, no ha tenido contigo
ni un sí, ni un no
y que anda como una sombra,
que no gime ni suspira,
que se llenan los ojos de gloria
cuando nos mira,
que me crió con su sangre
y me guiaba la mano para que me persignara
como todo fiel cristiano,
que las candelas del hijo
consumió su juventud
cuando era… ¡vamos!
cuarenta veces mucho más guapa que tú.
Porque el amor que tengo
se lo debes a su amor
que yo me casé contigo
porque ella me lo mandó.
Conque, a ver si tu conciencia
se aprende esta copla mía
muy semejante a aquel cante
que escuchamos aquel día
sin saber quién lo cantaba
ni de que rincón salía.
A la madre de mi alma
la quiero desde la cuna.
Por Dios, no me la avasalles
que madre no hay más que una
y a ti, te encontré en la calle.
Entrada publicada originalmente el 5 de mayo 2013. Actualizada el 3 de mayo de 2018.
De entrada, y de salida, hoy es el Día de la Madre, que aunque sea un invento comercial, según dicen, todos son días de la madre. De ahí el titular, que viene de la copla, del fandango, que es la voz del pueblo. «Que madre no hay mas que una y a ti te encontré en la calle», y terminaba, con esa media estocada final: «Vete, si no te trae cuenta». Así que felicidades a quienes la tienen y la disfrutan. Y melancolía a quienes no la tenemos y la recordamos. Y a las madres todas. Y a los hijos, que no sabemos lo que tenemos.