Los mejillones se pueden encontrar a buen precio y permiten muchísimas recetas. Esta es fácil y rápida. Ideal para novatos. A mí me gusta mucho con unas guindillas, pero eso depende del gusto de cada uno. Pueden ser un aperitivo o un primer plato. ¡Y nada de grasa!
Los verbos de la receta están en IMPERATIVO porque es la forma más usual de escribir recetas.
INGREDIENTES
- Un kilo de mejillones
- Dos tomates maduros
- Una cebolla
- Unas cucharadas de aceite de oliva
PREPARACIÓN
- Lava los mejillones. Ponlos en una olla grande y cocínalos al vapor (no es necesario añadir agua). Verás que se abren. Apaga el fuego. Quítales una de las conchas y ponlos en un bol.
- Reserva el caldito que hayan soltado.
- Pela y corta los tomates y la cebolla (a trozos pequeños).
- Prepara una sartén con un poco de aceite (tres o cuatro cucharadas). Cuando el aceite esté caliente, añade primero la cebolla; muévela un poco y añade el tomate. Unos minutos a fuego lento. Al final, echa el caldo de los mejillones y déjalo reducir unos cinco minutos y…ya está. Echa sobre los mejillones y a comer.
Con unas guindillas están buenísimos. Simplemente añade un par de cayenas (guindilla, chili picante) troceadas a la salsa de verdura.

OPCIONES
- La salsa permite variaciones: con pimiento o con calabacín o con ajos.
- Si te gusta innovar, prueba con unos piñones o almendras laminadas.
- Los puedes dejar preparados del día anterior; calentar y servir.