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Avanza hacia su final historia de Sergio Moran. Si no has leído los capítulos anteriores, ya sabes que los tienes aquí. Este el último capítulo así que ahora que ya tienes la historia completa esperamos tus opiniones en los comentarios o en nuestra página de Facebook. Sin más rodeos, aquí está la historia:

El número trece me miraba. Yo a él. En todos estos años había sido mi compañero de viaje más fiel, salvo un ligero escarceo con el número treinta y nueve hacía ya cinco años. Escarceo tras el que me hice prometer a mí mismo que no volvería a traicionarle.

Mis visitas a Ana se habían reducido a una vez al año, pero el asiento número trece y el ramo de claveles rojos no faltaban nunca a la cita. Habían cambiado muchas cosas en mi vida, pero a pesar de eso, o quizás precisamente por ello, mis viajes a Barcelona no iban a ser uno de esos cambios.

A mi lado, en el asiento catorce, había una chica con el pelo rizoso y oscuro, de apenas veinte años. Miraba su móvil con más afición que al paisaje, y sus auriculares acababan de aislarla del mundo con lo que supuse sería música, pero que desde mi sitio sonaba como el sonido que producirían dos diminutos rayadores de queso frotándose.

No contaba con que esta vez el pasajero del asiento catorce me diese un consejo que acabaría siguiendo, como había pasado ya un par de ocasiones.

– ¿Son para tu novia? – preguntó de manera inesperada la chica, haciendo referencia a los claveles que llevaba en mi regazo, tras haber descartado el reposa maletas por miedo a aplastarlos. Su pregunta, así como su desparpajo, me resultó del todo inesperada, así que tardé en poder acompañar con sonidos el ladeo de mi cabeza.

– No… son para una amiga. Mi novia no…

– Los claveles rojos son para amores pasionales. Regala los blancos, son para amores puros, como la amistad. – Mi expresión de sorpresa fue mucho más elocuente que yo – Lo he leído en Internet…

El asiento catorce nunca me dejará de sorprender.

Continúa…

Vocabulario:

Escarceo: prueba o intento que se hace antes de realizar una determinada acción o de dedicarse por entero a algo:

ralladores de queso: instrumento de metal que sirve para rallar queso.

rallar: hacer hilos o trozos pequeños con un alimento.

regazo: parte del cuerpo entre la cintura y las rodillas al estar sentada una persona.

desparpajo: facilidad y desenvoltura hablando o comportándose.

ladeo: movimiento de inclinar la cabeza hacia un lado.

elocuente: que tiene o manifiesta elocuencia en su expresión, concluyente, convincente.

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