
Tantas cosas están pasando ahora mismo en la República Dominicana que es difícil enfocarse en lo positivo. Reformas, protestas, descontento social, decepciones, desilusiones… No quisiera ser aún otra persona comentando la escena política, ya que no me siento lo suficientemente autorizada para disputar este tema en general y aún menos si se trata de un país cuyo ambiente político apenas conozco.
Entonces hoy les estoy ofreciendo una distracción cultural-educativa y no por causalidad políticamente correcta. Es decir, una explicación de cómo se ve la cultura latina desde el rincón del mundo de donde vengo yo.
Me explico. Vivir aquí me ha hecho pensar: ¿qué era lo que había pensado yo antes sobre el mundo latino? Tal vez les parecerá curioso que los mejores embajadores de su cultura en mi región (y creo que en toda Europa, claro, entre personas no específicamente interesadas en el tema) no son ni los políticos, ni los escritores, ni siquiera la rica tradición musical de los pueblos latinos. Lo que nos sigue enseñando sobre lo que significa latino son las telenovelas. No les miento, es un fenómeno bastante viejo, mis padres todavía recuerdan la locura en las calles de Polonia causada por la visita de los actores de La Esclava Isaura en nuestro país. El fenómeno de esta serie y sus actores fue tan enorme, que multitudes aparecieron para verlos en persona. Soy consciente del origen brasileño de esta serie, pero ustedes deberían saber que según el saber popular en mi región, todo que viene de América del Sur y también de España y Portugal (!) es considerado latino y culturalmente idéntico…

Cabe mencionar, que las telenovelas son una creación bastante fascinante. No tanto en el sentido de la finura de su producción, sino en el sentido de su equilibrio perfecto entre el drama y lo ridículo. En la televisión no hay nada más teatral ni más lleno de sentimentalismo y emociones exageradas. Hoy en día no hay nada más rebosante de maquillaje y productos para el cabello (bueno, excluyendo Bailando Con Las Estrellas, pero el fin de este programa tiene aún menos sentido para mi gusto). Ni siquiera voy a hablar sobre el nivel de los diálogos presentes en estas producciones, pero seguro que tienen una ventaja. Es una fuente sin fondo de comedia. ¿Cómo podemos tratar en serio las exclamaciones teatrales? Pero bueno, tal vez este es un fin casual alcanzado por los autores de esas producciones. Menos mal, es mejor que nada.
Claro no son solo las telenovelas las que son tan extremas en cuanto a la separación y distinción de lo bueno y de lo malo, de lo bonito y de lo feo, de lo pobre y de lo rico. Esa estructura simplificada se ve también en los cuentos de hadas para niños pequeños, porque ellos todavía no son capaces de pensamiento abstracto ni de resolver las cuestiones morales. Esta estructura la tienen también los cuentos de hadas para las mujeres adultas: las comedias románticas. Pero hoy hablamos de las telenovelas, porque ellas son las que transportan los estereotipos latinos a cada rincón del mundo. La pregunta que tengo es ¿por qué llaman tanto a la atención?

No voy a mentir, he visto telenovelas. Y admito con vergüenza que me gustaron. ¿Será el simplismo de la historia y de los personajes lo que nos atrae? Estas moralejas unilaterales que nos dicen, que lo bueno siempre vencerá a lo malo, que el amor incondicional y romántico (casi nauseabundo) existe, y seguramente nos encontrará si nos comportamos bien y mantenemos el corazón limpio. Además de eso, me parece que las telenovelas tienen este aspecto muy paradójico, porque por un lado enseñan que el materialismo no sirve, que el dinero no importa, pero curiosamente la heroína siempre termina en los brazos del heredero de una fortuna enorme.
¿Las telenovelas reflejan el carácter de las sociedades latinas? Lo dudo. Pero seguramente reflejan un sentimiento globalmente humano; la búsqueda de lo imposible, la necesidad de vivir las fantasías de niñas crédulas. Digo niñas, porque claro, las telenovelas están dirigidas principalmente a mujeres. Que, para ser honesta, deberían ofendernos a todas. Por la razón de que no sólo se burlan de la situación presente de la mujer en la sociedad, sino también perpetúan los estereotipos y estigmas contra los cuales todas mujeres deberían luchar. Enseñan un cuento de hadas barato y, seamos honestos, estúpido.

Tengo bien en cuenta que no todos se interesan o emocionan por las cuestiones de género. Pero hay algo más a reflexionar en este tema y es algo que será la moraleja de este artículo… Ustedes no pueden olvidar este hecho crucial. No es coincidencia que mis primeras expresiones aprendidas en español fueran Por favor y Te quiero. Y por ello, por favor que se controle más lo que se produce. Por favor tengan en cuenta que todas las Luz Marías, Antonellas, Isauras son profesoras de español con el alcance más global que hay.
Y la educación, obviamente, hay que supervisarla.
Para saber más
Playlist con varias cabeceras de telenovelas de éxito en España
Entrada publicada originalmente el 13 de mayo de 2013. Revisada y actualizada el 14 de abril de 2021.
Una de las cosas que me llamó la atención en Brasil, es que a muchos les gustan las novelas mexicanas e incluso tuve alumnos que vieron todas las novelas de Thalia. Se acordaban muy bien de los personajes.
A mí, una de las que más me gustó es «Yo soy Betty, la fea» Al ver la imagen se me viene a la mente «el cuartel de las feas» qué buenas amigas eran y qué compañerismo.