Para que sirva de aviso antes de empezar este artículo: desde Habla.pl no queremos vayáis todos ahora a comprar cervezas para beber, sólo os proponemos probar algunas de una manera «profesional» para poder disfrutar de su sabor.
Y cuando hablamos de probar podemos utilizar un verbo específico: catar. Lo utilizamos cuando probamos algún producto para conocer su sabor y examinarlo, y poder compararlo con otros. Hay catas de jamones ibéricos, de quesos…pero también existen catas de bebidas como el vino. Hoy os proponemos aprender a catar una cerveza.
¿Por qué?
Porque cada día tienen más éxito las cervezas artesanales. Podemos encontrar rubias, morenas y tostadas naturales, que están hechas con ingredientes puros, sin conservantes y sin dióxido de carbono artificial. Y están en cualquier lugar al que vamos, desde locales muy lujosos hasta otros no tan lujosos (bares nocturnos, tabernas o tascas), y por supuesto en las tiendas.
Lo primero es que no hay que ser un experto para diferenciar entre estas cervezas de autor y las cervezas industriales. Hoy hablaremos de esas cervezas que tienen más cuerpo, más carácter y su sabor dura más en nuestra boca. Por todo esto, son mejores para poder beberlas con alimentos y poder aumentar el gusto a la hora de comer y beber.
Pues vamos a ver qué cinco aspectos tenemos que tener en cuenta a la hora de catar una cerveza:
1.- Tipo.
La clasificación más sencilla en el mundo de la cerveza es según su fermentación. Existen dos grandes grupos: las Lager (de baja fermentación) y las Ale (alta fermentación). Las primeras son ligeras, refrescantes, claras, con bastante gas y de graduación moderada. Las segundas, menos habituales en la zona mediterránea, son tradicionales en Reino Unido y en el centro de Europa. Se trata de cervezas más oscuras, espesas, con menos gas, mayor graduación alcohólica y sabor más intenso (se percibe mejor el cereal).
2.- Menaje.
La copa más recomendada para la cata de cerveza se llama teku. Se adapta a todos los tipos gracias a su forma (mucho más pronunciada de lo habitual) y la parte superior permite oler todos los aromas del líquido con facilidad.
3.- En nariz.
Para no perder los compuestos el CO2, lo mejor es oler nada más servir (así evitamos que algunos aromas se pierdan o cambien). Y en este punto, debemos estar atentos a las tres familias de olores: las de la malta de los cereales (dulces, acaramelados), la de los lúpulos (maderas, hierbas, resinas) y la del fermento (frutas). Algunos de estos aromas los encontraremos en la boca con el primer trago.
Un consejo: No hay que tener miedo a mover el líquido en la copa para que los aromas vuelvan, al igual que se hace en la cata del vino.
4.- En boca.
Ahora descubrimos el nivel de amargor y lo hacemos a través de las unidades internacionales de amargor (IBUs, del inglés International Bitterness Units). Además, es el momento de pararse unos momentos en la temperatura a la que se ha servido la cerveza (lo ideal es entre 5 y 10 grados) y analizar el cuerpo o la duración en la boca de la bebida que estamos catando.
También es importante detenerse unos minutos en la calidad de la espuma. El servicio correcto de una cerveza es tener dos dedos de espuma, sin embargo esta medida puede variar en función del tipo que estemos catando. Por ejemplo, las cervezas negras tipo Stout generan una espuma abundante que parece crema, mientras que la de las Pilsner es débil y escasea.
Una vez catada, la cerveza no se escupe, como en ocasiones sucede con el vino.
5.- Visual.
Es decir, el análisis del color. En el caso de la cerveza no hay los adjetivos poéticos que se utilizan con el vino (rojo cereza, amarillo oro con reflejos verdosos, granate sangre…).En el siglo XIX, J.W. Lovibond creó una escala para los colores de la cerveza. Se trata de algo así como un Pantone de la Cerveza que va del 0 al 24 (de amarillo muy claro a marrón oscuro casi negro). Se conoce como SRC (Standard Reference Method), en Estados Unidos, o EBC (European Brewery Convention), en Europa.
Pues estos son los cinco pasos básicos para degustar una cerveza. Ahora sólo queda tener paciencia e ir catando todas esas cervezas artesanales del mercado. Aunque como dice el refrán: «Para gustos, los colores«.
[colored_box color=»yellow»]Vocabulario
tabernas/tascas: local un poco pobre donde podemos comer y beber.
fermentación: proceso químico por el se transforman ácido orgánicos y alcoholes a través del azúcar.
moderada: Ni mucho ni poco, en el medio.
espuma: conjunto de burbujas que la cerveza tiene en la parte superior del líquido.
escupe: del verbo escupir: echar saliva por la boca. En este caso, es la cerveza la que no tenemos que escupir.
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Artículo y fotografías adaptado y sacadas de www.elmundo.es