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Sin duda comer no es sólo una necesidad básica sino también uno de los mayores placeres de la vida. Sin embargo, dependiendo del tipo de alimentos que decidamos consumir éstos pueden ser veneno o medicina para nuestro cuerpo. Así pues, podríamos pasar todo el día comiendo y sin embargo no estar bien nutridos. Mucha gente habla sobre lo importante de llevar una dieta, pero lo realmente importante es contar con un buen plan alimenticio que se pueda mantener de por vida. Entonces, una buena alimentación implica conocer muy bien las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo y tomar las decisiones correctas sobre la cantidad, calidad y tipos de alimentos y líquidos que consumimos. Por lo mismo, no es recomendable seguir las dietas de revistas o copiar el régimen que alguno(a) de nuestros amigos(as) está siguiendo.

Ahora, tú podrías decir: ¡No me puedo resistir a comerme unos pinchos y tomarme una sangría cuando estoy visitando San Sebastián en España! O ¡Imposible no comer tacos y tomar tequila cuando paseo por la Ciudad de México! Pues sí, ¡sería un pecado el no probar la comida típica de estos países tan ricos en su cultura gastronómica! ¡Por eso es que las dietas no funcionan! Por eso, dentro de tu plan alimenticio, es importante dejar un espacio para excepciones como éstas. Así, si tus decisiones sobre los alimentos y bebidas que consumes de lunes a viernes son las mejores, habrá espacio para estos pequeños deslices una o dos veces a la semana.

A continuación comparto contigo algunos consejos para lograr una vida sana a través de una buena nutrición. Te recuerdo que éstas son sólo recomendaciones generales ya que no soy nutricionista y está fuera de mi alcance profesional el ofrecer planes alimenticios personalizados.

 

Consejos alimenticios para llevar una vida sana:

  • ¡Tomar el desayuno siempre!
  • ¡Comer el arcoíris! Es decir, incluír frutas y vegetales de todos los colores en cada una de tus comidas.
  • Hacer varias comidas pequeñas al día (entre 5 y 6) en vez de una sola comida.
  • Incluir carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables en cada una de tus comidas.
  • Evitar alimentos procesados y altos en grasas saturadas como las pizzas, hamburguesas, malteadas, dulces, postres, etc.
  • Reducir la cantidad de azúcar y sal que se consume.
  • Leer las etiquetas en la parte de atrás de cada uno de los productos que se compran.
  • No irse a la cama con el estómago lleno y de preferencia evitar consumir alimentos 3 horas antes de acostarse.
  • Cocinar más en casa y salir menor a comer a restaurantes.
  • En la medida de lo posible, consumir alimentos orgánicos (especialmente aquellos que se encuentran en la lista de los 12 más contaminados por químicos).
  • ¡Autoeducación! Buscar fuentes de información fidedignas para educarse sobre las propiedades de los alimentos y las necesidades nutricionales que tenemos como seres humanos.
  • ¿Y de tomar? Agua, agua y ¡más agua! Evitar los refrescos, el alcohol e incluso los jugos ya que contienen una gran cantidad de azúcar.
  • Escuchar a tu cuerpo: muchas veces comemos sin realmente necesitarlo y en ocasiones confundimos las señales del cuerpo y pensamos que tenemos hambre cuando lo que realmente tenemos es cansancio, una deficiencia nutricional, aburrimiento o estrés. Es importante entonces entrar en contacto contigo mismo y conocerte más para así saber el tipo de “gasolina” que te está pidiendo el cuerpo.

Por supuesto, estos son algunos entre otros.

Finalmente, te invito a que pienses en todos los beneficios que una alimentación buena y balanceada puede traer a tu vida y deseo que esta información te sirva y te motive a realizar cambios significativos en tus hábitos alimenticios.

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 Vocabulario:

placeres: cosa que te gusta mucho y te hace feliz.
veneno: producto tóxico para el cuerpo.
medicina: droga que ayuda al cuerpo a mejorar.
pecado: algo muy malo.
gastronómica: relacionado con la gastronomía, de la comida.
deslices: excepciones a una regla, caprichos.
desayuno: primera comida del día.
evitar: tener atención para no hacer algo.
fidedignas: fiables, confiables, que sabes que son verdad.
jugos: zumos
deficiencia: carencia, que algo falta
balanceada: equilibrada, compensada.

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